Cada día es distinto. Todos hacemos de las vacaciones la vida en una pequeña familia donde todos colaboramos en las tareas. Entre todos hacemos la comida. Dejamos la casita ordenada y disfrutamos de la piscina.
Hacemos excursiones por bellos pueblos como Astorga, donde recorremos sus calles conociendo su historia, acudimos a museos como el del chocolate donde nos dejan degustar el resultado después de aprender la forma y utensilios con que se hace.
Visitamos también la ciudad de León donde recorrimos sus calles en un tren que nos mostró arquitecturas e historias que nos ayudaron a conocerla mejor. Disfrutamos de su gastronomía típica y de la bondad de sus gentes
Participamos de las fiestas patronales y de los pueblos de alrededor, todo el pueblo se vuelca para hacer de nuestra estancia entre ellos lo más divertida posible. Compartimos las celebraciones y formamos parte de un pueblo que nos acoge como a un vecino más.