Este era el título que el diario El Comercio de Gijón publicaba el pasado día 15.  Antiguos alumnos del Sanatorio Marítimo se reunían cincuenta años después.  Alumnos de los años 70 cuando el Marítimo era hospital infantil, se reunieron en el Centro para compartir un día llenos de recuerdos, encuentro entrañable, lleno de y añoranzas y anécdotas. La mayoría de estas personas no se habían vuelto a ver desde aquellos años. “Fueron unos años muy felices en los que tuvieron mucha paciencia con nosotros, a pesar de los dolores, lo pasábamos como Dios” comentaba nuestro amigo Antonio Velázquez. El encuentro comenzó con la celebración de la Santa Misa para recordar a las personas ya fallecidas y que en aquellos años difíciles tanto nos ayudaron, Hermanos, Médicos, Personal sanitario y algunos de nuestro compañeros, seguidamente se proyectaron unos vídeos de la época y finalizamos la reunión compartiendo una fabada en uno de los restaurantes cerca del Marítimo.  Su maestro Gerardo Alonso Matías, que fue quien promovió esta reunión, se encontraba muy feliz viendo a estos hombres a los que conoció de niños durante su estancia en el hospital. “Yo siempre he dicho, que yo como maestro les enseñaba Historia, Matemáticas, Geografía, pero ellos me enseñaron lo que era el compañerismo, el sufrimiento, la resignación, el sacrificio. No olvidaré nunca este encuentro”